viernes, 29 de octubre de 2010

SUEÑOS DE SILICÓN



OBRA DE RUFINO TAMAYO
          
                                                                 

Camina erguida desafiando al mundo, sus senos son potentes focos de atención. En ellos ha concentrado todo su valor, toda su autoestima. Costaron muchos meses de sueldo, de privaciones, después dolieron bastante, estaban inflamados. Las cicatrices tardaron en cerrarse, el organismo quiso rechazarlos, pero al final, se impuso la necesidad, la sobrevivencia.


Con cuatro hijos que sacar adelante sin padre, se hace difícil, quien me mandaría, pero ese egoísta siempre tuvo una labia, una forma de enamorarla a una, de susurrar bajito en la oreja lo que yo quería oír, lo que necesitaba oír, porque era lo que yo quería oír; puras mentiras que hicieron mi día a día mas agradable. Olvidarme de cómo pagaríamos la matrícula del colegio, la lavadora echada a perder desde marzo, el calentador, el horno…,todo se puso de acuerdo para estropearse al mismo tiempo, así pasa, pareciera que lo malo sólo se encadena con lo peor; puro problema. Por eso un día me armé de todo el valor que podía almacenar en mi cuerpo y mandé a Fernando al carajo. Fabiana se desajustó toda, no hacia sino pelear con sus hermanos. Carmelina parece haberlo aceptado todo con la pasividad que ella se toma la vida. Los dos pequeños con tal de que les deje salir a sus fiestas, lo demás, que importa.
Los primeros meses no fueron fáciles, todos lo extrañábamos, aunque siempre fue un bueno para nada. Después me puse las pilas y las tetas, y santo remedio. Las ventas en el trabajo ascendieron, así como la atención de los compañeros, claro las mujeres picadas, para lo que me importa. Yo las muestro todo lo que quiero, hay que ver como abren puertas.
Así fue como conocí a Carlos el amigo de Tomas, mi compañero de trabajo. Cuando se me acercaba no podía quitar sus ojos de mis lolas. Sus manos empezaron a revolotearme por todo el cuerpo, hasta que en un descuido me rozó una. Yo me hice la loca y él, el pendejo.
Unos meses después, me propuso que viviéramos juntos en el apartamento vacío de los Dos Caminos. La familia lo tenía cerrado, porque a Carlos siempre le gustó vivir con la mamá.
Nos mudamos con los cuatro niños, los quinientos peroles y mis ganas inmensas de sobrevivir.
Fernando, cuando se acordaba, depositaba la pensión de los muchachos y me exigía que dejara de llamarlo, de rastrearlo por celular todos los primeros de cada mes, como teníamos acordado. Cuando no depositaba, yo echaba sapos y culebras por esa boca, porque uno se cansa y se le baja la autoestima, con todo y silicón para subírtela. Porque es muy brava la lucha y el cansancio que se acumula todos los días en esta vida.
Ahora estoy con Carlos que es tan seco con ellos, los niños aún no se adaptan, extrañan al zángano pero divertido del padre, creo que Carlos los quiere pero no los tiene paciencia, porque él siempre fue un niño agarrado a las faldas de su madre. A veces les grita, y yo veo como que se contiene para no decirles una barbaridad. Es difícil.
En la noche pago mi tributo religiosamente. No importa lo cansada que venga del trabajo, que los muchachos me aturdan con sus tareas y que la ropa sucia no quepa en el cesto, o que a mí me duela hasta el silicón, y las ganas las tenga por el suelo; pago es pago. Y menos mal que me ligué, tú te imaginas cada año un parto como mi mamá, fértil hasta el agotamiento.
Pero yo no haré como ella, aguantar hasta que me reviente, espera que los muchachos se puedan defender solos. Mi madre, esa fue otra zoqueta. La diabetes se la llevó mansamente y ella, como para ayudarla, se hartaba de dulces que escondía en el cuarto. Se los comía con deleite, casi con lujuria. Había algo en este acto que espantaba y atraía. Yo la acechaba desde mi adolescencia. Nunca nos entendimos, creo que es ahora cuando empiezo a comprenderla. Mi abuela, su madre, tuvo trece hijos, se le desgarró el vientre en su último parto, como un lienzo gastado, perdió la trama, se deshizo con el uso. Me viene de casta. Pero conmigo se acaba la tradición. Mis hijas no serán tan bobas.


Noche de grillos y de luna llena. Recoge la ropa tirada por el suelo, ordena libros, termina tareas, mientras que de la cocina sale el olor a carne molida con tomate. Riega los sedientos geranios y la albahaca antes de acostarse. Se mira al espejo mientras desliza sobre sus hombros las tiras del camisón.

viernes, 22 de octubre de 2010

PAUL NEWMAN, GUAPO ENTRE LOS GUAPOS

                                                                     
                                                                                            

No recuerdo en qué película conocí a Paul Newman. Cúal fue el personaje, si el amargado de La gata sobre el tejado de zinc, el que pasa de todo en Harper investigador privado, o el socarrón inolvidable de Dos hombres y un destino; pero el hecho es, que quedé flotando en el azul de sus ojos, encantada con su "caminao" y con esa manera de resolverse la vida metido en la piel de cualquier sujeto. Quizás la versatilidad le viniera de ser hijo de judío alemán y de madre de ascendencia asiática, de su pasantía por Yale o del Actor Studio; el caso es que el hombre enamoraba a todos en los primeros fotogramas en que aparecía. Que se lo digan a Joanne Woodward que estuvo casada con él por 50 años, y le acompañó en todos sus proyectos y aventuras nuevas. Siempre mantuvo su vida privada al margen de los saraos de Hollywood, y en los primeros años de los sesenta, le compró a la Warner su contrato en el estudio, para poder elegir con libertad los guiones y las películas en las que actuaría. Perteneció a la generación de Marlon Brandon y de James Dean y amó a tantas mujeres como el guión se lo exigía, pero a Joanne solo la compartía con su pasión por la Fórmula Uno, exactamente con su Porche 935, con el que terminó segundo en Las 24 horas de Le Mans, en el año 1979. Aunque su sueño, en sus años jóvenes, era ser piloto de aviones,  al alistarse en el ejército descubrieron que el dueño de esos ojos azules tan hermosos, era daltónico. Fue uno de los primeros artistas famosos que se declararon hombre objeto por el acoso al que se veía sometido, por lo que usaba lentes lo mas oscuro que encontraba. Su filmografía se acerca a las 100 películas, con una variedad de registros con los que pudo demostrar su gran capacidad actoral y su magnetismo. También quiso explorar el mundo de la dirección con películas intimistas, de un gran lirismo y donde demostró su capacidad en la dirección de actores, como Raquel, Raquel y El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas, ambas protagonizadas por su esposa Joanne. En 1984 dirigiendo la película Harvy e hijo, quiso encontrarse con un fantasma que le habitó durante toda su vida, la tristeza de haber perdido a su hijo por una sobredosis de alcohol y drogas, historia de desencuentros familiares que se repite por generaciones.
Quiso agradecerle a la vida lo mucho que esta le había dado, creando fundaciones como la Scott Newman y donando todas las ganancias de su empresa de aderezos y salsas llamada Newman's Own.
Utilizó la ironía como defensa ante el sinsentido de la vida y de los muchos personajes que interpretó, fue amalgamando su hoja de vida. Como dijo un periodista al saberse la noticia de su fallecimiento: "fue discreto y elegante hasta para morirse".

martes, 19 de octubre de 2010

El SUEÑO DEL REY

La persistencia del tiempo, obra de Salvador Dalí
                                                                 

                                                                                           
Lewis Carroll

-Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo sabes?

-Nadie lo sabe.

-Sueña contigo. Y si dejara de soñar, ¿qué sería de ti?

-No lo sé.

-Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si se despertara ese Rey te apagarías como una vela.

FIN

Cortesia Ciuda Seva

domingo, 17 de octubre de 2010

LAS FOTOGRAFIAS DE EMILIO MORENATTI




Paseo del Prado en la mañana sombreado por los castaños de Indias. Las piedras del adoquín brillan pulidas por los años, por el paso indiferente de los carruajes y del hombre de a pie.
Por las aceras del Paseo del Prado caminan los turistas, son fácilmente reconocibles además de su indumentaria y sus planos de mano, por el gesto soñoliento de sus caras, que indican cansancio acumulado por las horas de vuelo que les han llevado de un lugar a otro, en rutas programadas, donde importa más el número de ciudades visitadas, que el autentico disfrute y contemplación de cualquiera de ellas.

Ejecutivos de grandes corporaciones, de riguroso azul marino o negro e identificados con rótulos de material plástico, salen a desayunar en bandadas. Los museos están aún cerrados. De las cafeterías sale un olor a café torrefacto, y en una de ellas, hay un músico instalado en sus puertas tocando una melodía que recuerda los blues, de esos que te transportan a un rincón de la memoria, donde está almacenada la nostalgia.

La primavera no acaba de entrar, dicen nuestros mayores enganchados del brazo, sosteniéndose unos a otros y bloqueando el paso por la acera. La gente joven camina rápido, porque para variar, está agobiada y va con prisa a cualquier lugar previamente ubicado por las coordenadas de Internet, por Google y sus buscadores de calles, cual ejercito de piratas liliputienses, facilitadores de direcciones y de personas para propiciar el encuentro de unos con otros, en ese mar anónimo que es la ciudad; la gran ciudad.

Llego al museo de la Caixa Forum, a mi cita, y me sorprende el jardín colgante y vertical, con matas que desafían la gravedad, mostrando una pared verde que nos habla de otras formas de hacer realidades, de ver realidades; de que el ser humano siempre encuentra alternativas para lo convencional y lo rutinario. A su lado izquierdo y como enmarcado por el jardín vertical, esta un elefante parado sobre su trompa, en un perfecto equilibrio. Parece un elefante joven y juguetón. La gente se sienta cerca buscando sombra en la hora de más calor.
En lo que fue el edificio de la Central Eléctrica del Mediodía hace muchos años, el ladrillo viejo y remozado, comparte fachada con el acero nuevo con texturas de antigüedad. Dos arquitectos suizos juntaron los materiales representativos de tiempos diferentes, creando formas nuevas que habitan en armonía.
El interior del museo te recibe con una escalera en forma de semicaracol, con el piso de metal de acero frío y brillante, que desemboca en otra escalera también de caracol blanca impoluta que asciende hasta el 4 piso. Los turistas se asoman y toman fotos. Yo cojo el ascensor y voy bajando hasta llegar a la sala donde se exhiben las fotos ganadoras de los premios FotoPres“La Caixa” 09.

El primer premio son fotografías a color y en un formato grande de 50 por 70 aproximadamente. Testimonios de la crueldad humana. Son mujeres quemadas, deformadas por ácido con que las han castigado sus pretendientes, maridos o familiares, por desobedecer mandatos, peleas conyugales, infidelidades comprobadas o no: por ser mujeres y carecer aún de los mas elementales derechos. Son mujeres pakistaníes, de distintas edades y condiciones sociales, algunas ciegas, otras con una masa informe de piel donde había un rostro con expresiones humanas.

Emilio Morenatti ( Jerez de la Frontera,1969) autor de las fotografías, habló de la necesidad reflejar ante todo el coraje de estas mujeres, de generar preguntas en torno a la violencia de género, a la violencia en general , con la que nos hemos acostumbrado a compartir espacios o, a la indiferencia como alternativa ante a la impotencia y al dolor. Están mutiladas para la vida, sus rostros además de sus lenguas ya no podrán expresar emociones. Están presas en unos cuerpos que cada día les recuerda que fueron señaladas, juzgadas y después castigadas, por seres cercanos en parentesco y afectos. Están solas ante sus familias y todos aquellos que las apartaron del derecho a llevar una vida, su vida, y no la que determinaron otros para ellas. Es imposible verlas sin sentir pena y rabia en partes iguales. Me revindico con la suerte, con mi día a día, con los hilos que  nos mueven aún a sentir las heridas ajenas. Me aprieto los brazos buscando el calor de la ropa que me cubre. Me detengo ante la imagen de una de las mujeres, la miro fijamente a su único ojo, está maquillado, y mira a la cámara con el coraje que da la sobrevivencia. Otra joven mujer, casi una niña, tiene en su mano una foto de ella antes de la agresión y la enseña al fotógrafo mirando a la cámara con firmeza, otra también joven tiene una sonrisa tímida, quizás todavía esperanzada. Algunas parecen fantasmas que se cubren con velos ante vergüenzas propias y ajenas

Miro a mi alrededor y no encuentro a nadie, me he quedado sola con ellas. La sala se hace aun más grande y más oscura con las ausencias. La gente prefiere pasar a otra sala, otra historia; es difícil permanecer ante en horror con las manos vacías, sin poder hacer mas que contemplar unos rostros desfigurados por la barbarie y la ignorancia.

Afuera en la calle ha levantado la mañana, se ha definido el tiempo en un sol tibio de primavera que agradezco y valoro. Caminamos hacia el metro.
De noche y en la casa termina el día, y siento que aún me persiguen sus miradas, como recuerdos que han tomado cuerpo. Entonces, espero que el sueño de la noche se lleve sus rostros.

martes, 12 de octubre de 2010

GOLIARDOS Y VERSOS DEL CARMINA BURANA


Monasterio de Santa Maria de Ripoll



Durante el siglo XII y como producto de las transformaciones de las ciudades, los caminos que unen pueblos y ciudades estaban transitados por todo tipo de peregrinos en busca de indulgencias unos, y otros, buscando la manera de sobrevivir en tiempos difíciles. Entre los caminantes había un grupo formado por clérigos errabundos, como ellos mismos se llamaban, y estudiantes desertores de universidades y escuelas. Se les llamó goliardos del vocablo francés "goliart" que significa bufón, también se dice que proviene del nombre del gigante bíblico Golias, símbolo de los enemigos de la iglesia Ambos compartían el mismo pensamiento critico y burlesco hacia la sociedad feudal de la que renegaban al declararse abiertamente en contra de los principales estratos de poder, como la iglesia y la nobleza. Vivian de ciudad en ciudad, su hogar estaba en cualquier parte donde hubiera una plaza publica o una taberna y oyentes para sus versos, que criticaban al clero avaro y ávido de poder y a la nobleza déspota y sin mas argumentos para gobernar que el designio de Dios. También la milicia, de pocas luces y entendimientos,  cuya razón de vida era hacer la guerra en cualquier lugar donde se le requiriese,era fuertemente cuestionada. Toda la cultura oficial era blanco de sus burlas, fueron poetas malditos que habían conocido de cerca los abusos de poder y la actitud farisaica de sus superiores y gobernantes. En su afán de contradecir y oponerse al absurdo y dictatorial de las normas oficiales, alaban los placeres de la vida en sus formas mas desaforadas y provocativas. Y así, se declaran seguidores de Baco, el dios del vino al que sirven y reverencian, de los placeres de la carne y el juego; declaran a la lujuria la principal de las virtudes, seguida del comer con gula y del regocijo de dar placer al cuerpo sobre todas las cosas.

Sus versos van de lo profano a lo divino, igual se expresan en latín culto que en el habla simple y llana del pueblo. En ellos se encuentran resonancias bíblicas y mitológicas de sus antiguos estudios en conventos y universidades. El amor es cantado en todas sus formas de lamento y de burla, de pasión espiritual a lascivia gloriosa. Transgreden todos los órdenes y reglamentos que conforman la vida en sociedad, pero sus versos y cantos no fueron simples desafueros de bebedores empedernidos como se quiso hacer ver en su época y prueba de ello, están los versos del códice Carmina Burana, que fueron encontrados en la biblioteca de la abadía benedictina de Baviera en 1803. Constan de 25 canciones y un total de 300 poemas, escritos en latín culto, pero habilidosamente entendible, ridiculizando en ellos a toda la sociedad medieval.

Los poemas y cantos del Carmina Burana están compuestos por:

Carmina Eclesiástica: canciones sobre temas religiosos.
 Moralia et Satírica: representaciones religiosas.
 Amatória: paródias y obras sobre la bebida.
 Pótoria: canciones de amor.
Ludi: cantos morales y satíricos.
Supplemantum: versiones de las ante mencionadas con algunas variaciones.

Existen en España los cantos gordialescos del siglo XII en el Monasterio de Santa María de Ripoll y se llaman Carmina Rivipullensia que junto a los de la Universidad de Cambridge son los únicos que se conservan.

TRANVÍA

                                                               
Andrea Bocconi

Por fin. La desconocida subía siempre en aquella parada. "Amplia sonrisa, caderas anchas... una madre excelente para mis hijos", pensó. La saludó; ella respondió y retomó su lectura: culta, moderna.
Él se puso de mal humor: era muy conservador. ¿Por qué respondía a su saludo? Ni siquiera lo conocía.

Dudó. Ella bajó.

Se sintió divorciado: "¿Y los niños, con quién van a quedarse?"

FIN

Cortesía Ciudad Seva

sábado, 9 de octubre de 2010

JHONATAN SWIT                                                    

Escritor irlandés nacido en Dublín en el año de 1667. Durante su vida ejerció diversos oficios y profesiones, fue: secretario privado de Sir William Temple, pastor anglicano, político, deán de San Patricio, escritor;  pendenciero y satírico feroz, que le llevó a tener problemas con más de uno en su época. Su carácter queda marcado por la intolerancia y la doble moral que observa en la sociedad. Protesta, se rebela y alza la voz utilizando la ironía, como un estilete bien afilado y siempre dispuesto a defender  causas perdidas. Murió en Dublín en 1745 y por esas ironías del destino, fue en sus últimos años considerado un sabio y héroe popular, siendo enterrado con honores por sus conciudadanos en la catedral de San Patricio.

Del libro INSTRUCCIONES A LOS SIRVIENTES, unas perlas:

"Cuando hayas cometido una falta, muéstrate siempre insolente y descarado, y compórtate como si fueras la persona agraviada; eso minará de inmediato la moral de tu amo o señora."

"Los buenos bocados que puedas hurtar durante el día, guárdalos para darte un festín con los demás sirvientes por la noche, e incluye al mayordomo, siempre y cuando te proporcione la bebida."

"No acudas hasta que te hayan llamado tres o cuatro veces, pues sólo los perros acuden al primer silbido; y, cuando el amo exclame: ¿Quien anda ahí?, ningún sirviente está obligado a ir, porque nadie se llama ¿Quién anda ahí?"

"Aunque los cuchillos están permitidos en la sala de los sirvientes durante las comidas,
 debes guardarlos, y utilizar sólo los de tu amo."

"Si te mandan a comprar algo a una tienda con dinero en efectivo y resulta que en ese momento estás sin blanca (cosa harto frecuente), escóndete el dinero y apunta los artículos en la cuenta de tu amo. Así se benefician el honor  de tu amo y el tuyo, pues él gana crédito gracias a tus recomendaciones."
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