ARREPENTIMIENTO TARDÍO
Adán no estaba contento. Eva no
daba el ancho que él necesitaba. Era tonta como una puerta giratoria, no podía
discutir con ella temas interesantes y de tanta obsecuencia lo tenía hasta más
arriba de la coronilla. Además dormía con ayuda de píldoras y permanecía en un
estado de languidez insoportable.
Además, Adán no podía dejar de
recordar a Lílith y la vida interesante que había llevado junto a ella. No
había dos días iguales. Lílith era inteligente, siempre estaba inventando
cuentos e historias sorprendentes, hacía mil cosas entretenidas, se reía como
una niña con los chistes y a la hora de hacer el amor, era incansable y
creativa.
- Dios, quiero pedirte una
tercera oportunidad, esta vez con Lílith, pero me gustaría que le hicieras
algunos cambios. Por ejemplo que no me discutiera tanto y que no pretendiera
tener un mundo propio. – le pidió a Dios.
-Lo siento mucho, Adán, hasta aquí
no más llegan los cambios. No puedes andar por la vida cambiando de mujer como
quien cambia de hoja de parra. Te di la posibilidad de elegir y elegiste. Y
además, estas esperando un hijo. O Eva o nada- le contestó Dios algo molesto.
Y Adán tuvo que irse con el rabo
entre las piernas, mordiéndose los nudillos de pura rabia contra Dios, que era
tan poco comprensivo y magnánimo. Si para él era fácil ayudarlo con sus
problemas de pareja: era cosa de que chasqueara los dedos para volver todo a su
lugar, también como estaba antes.
Gabriela Aguilera. Escritora
chilena, estudió Antropología en la Universidad de Chile, e hizo un diplomado
en Estudios Mexicanos en la UNAM.
Arrepentimiento tardío, pertenece
al libro Fragmentos de espejos, microcuentos escritos con una mirada de género,
como ella comentó: “Escribí Fragmentos de espejo porque tuve que mirarle la
cara y soportar la ley de divorcio en mi país”.
Pertenece a una interesante
iniciativa de Ciclo de Lecturas Públicas
donde lee textos propios y ajenos en las distintas Bibliotecas Públicas, para después
establecer un diálogo abierto con los asistentes, donde se establecen lazos
entre escritor y lector.