Pues sí, amigos, después de mucho batallar nació mi primer libro, para mi solita. Y eso,
que corren tiempos difíciles en esta
Venezuela; cuando no hay papel, no hay
tinta, o se va la luz y/o cualquier otro problema. Pero un día todos los astros
se alinearon y pudo ser, gracias al esfuerzo y cariño que puso mi editora, Les
Quintero, de la Editorial Lector Cómplice. Por cierto, que ese nombre tan
bonito se debe a la novela Rayuela, de Cortázar,
al referirse “a un cierto tipo de lector contrapuesto al lector pasivo”. La
presentación se realizó el 9 de Mayo, en
el marco del 7° Festival de la Lectura de Altamira, un lugar y una feria
emblemáticos en Caracas. Mi presentadora-madrina fue Beatriz García Naranjo, profesora y amiga, con la que
comparto angustias y alegrías. Invitados; familiares, amigos y todos los conocidos que me topaba
por esos días, los cuales asistieron
fieles, arropándome con su presencia y cariño. La sensación es la de entrar a
un club privado y exclusivo; el de los publicados. Y como un niño en su primer día
de colegio, todo expectante y asustado, te acercas a los grandes y
conocidos con un ¡¡¡¡holaaaaaa quieres
ser mi amiguito?????? Y también como en el primer día de colegio, nunca falta
el que te mira todo atravesado antes de hacerte un espacio en su círculo.
Con Beatriz García Naranjo, madrina y presentadora |
Al día siguiente amaneces feliz,
con una gran resaca, agotada de tanto saludo y abrazo, seca la boca de tanto
hablar y una extraña sensación te habita el alma. Me imagino que se debe a la
falta de costumbre, porque el oficio de escritor, es el más solitario y
silencioso del mundo. Solo necesitamos un cuaderno y un lápiz y un rincón, o un cuarto propio, como diría mi admirada Virginia. El día siguiente del día después, vuelves a
tus trabajos y oficios, un poco más alzada y con una sonrisa pegada a los
labios, pensando que valió la pena todo el esfuerzo.
Con Jorge Gómez Jiménez, director de Letralia |