Quiero ser una niña mala y no lavar nunca los platos y
escaparme de casa. No voy a explicarle las tareas a nadie, ni a tender la cama,
no quiero esperar en el balcón, suspirando y aguantando lágrimas, la llegada de
papá. Ni con mamá ni con nadie. Cuando sea una niña mala gritaré, lloraré dando
alaridos hasta que la casa se caiga. Cuando sea una niña mala no voy a volver a
marearme y a vomitar. Porque no voy a
subir al auto que no quiero, para dar las vueltas y los paseos que no quiero,
ni voy a comer lo que no quiero, ni a temer que alguien diga si vomitas te lo
tragas, pero a papá no se lo hacen tragar. Yo voy a ser una niña mala y solo
voy a vomitar cuando me dé la gana, no cuando me obliguen a comer.
Llegaré con rastros de
lápiz rojo en la camisa, oleré a sudor y a trago y me acostaré con la ropa
sucia puesta, y roncaré hasta despertar a toda la familia. Todos despiertos,
cada uno callado en su rincón, respirando miedo. Quiero ser el ogro y comerme a
todos los niños, especialmente a los que no duermen mientras yo ronco y me
ahogo. Porque los niños cobardes me irritan. Quiero niños malos y quiero una
niña mala que no se asusta por nada.
La niña mala no tendrá que hacer visitas ni saludar, pie
atrás y reverencia, ni sentarse con falda extendida, las manos quietas, sin cruzar
las piernas. Las cruzará, el tobillo sobre la rodilla, y las abrirá, el ángulo de
más de noventa, la cabeza alta y la
espalda ancha y larga, y se tocará donde le provoque. No volverá a hacer
tareas, ni a llevar maleta, ni a dejarse hacer las trenzas, a tirones, cada
madrugada, entre el huevo y el café. Nadie le pondrá lazos en la coronilla ni
le tomaran fotos aterradas. Tendrá pelo de loba y se sacudirá desde las orejas
hasta la cola antes de enfrentarse al bosque.
(...)
Montserrat Ordóñez Vilá. 17 Narradoras Latinoamericanas. Impreso
en México 1998 por X Pert Press S.A.de C.V.
Montserrat Ordóñez (1941-2001) colombiana nacida en Barcelona, España. Poeta, traductora, editora y ensayista. Doctora en
Literatura Comparada de la Universidad de Wisconsin. Se desempeñó como
profesora titular de la Universidad de los Andes. Publicó entre otros: Ekdysis
(poesía), la compilación de textos, La Vorágine:
Textos críticos, Escrituras de Hispanoamérica: Una guía bio-bibliográfica
Imágenes tomadas de Internet
Una autentica revolución de niña. Esta señora es una escritora muy valiente, que no conocía, gracias por darnoslas a conocer.
ResponderEliminar"ni dejarse hacer las trenzas a tirones" ¡ay!, ¡ay! las trenzas.
Abrazos, María.
Me encanta este cuento de la niña que se revela ante tanta prohibición y mandato...
EliminarAbrazos, Pami
Me ha encantado María. Siempre me gustaron aquellas chicas y siempre terminábamos ellas y yo en un rincón......castigados. besos
ResponderEliminarSi capitán,me imagino que este tipo de chica era la que te gustaba, aunque terminaras castigado, jeje
EliminarBesos, amigo
No había leído nada de Monserrat Ordoñez. Me ha gustado, es un relato transgresor.
ResponderEliminarGracias por mostrárnoslo.
Un beso María
Que bueno que te gustara, Ambar, es toda una declaración de derechos este cuento, a mi también me encanta...
EliminarUn abrazo
En Ibiza dicen que: Las niñas buenas van al cielo, las malas a Ibiza :D
ResponderEliminarA lo mejor esta niña quiere ir a Ibiza...
Besote. Feliz año
Manu, a mi toda la vida me gustó Ibiza, así que debo de ser chica mala...
EliminarBesos de principio de año
¿De verdad era tan mala?...risas
ResponderEliminarEra un encanto, rebelde y pensadora...
EliminarToda una novedad esta escritora para mí. Muchas gracias por permitirme conocerla y disfrutarla, María.
ResponderEliminarUn beso.
Fer
Es colombiana y no tienen una obra muy extensa, pero es bueno todo lo que ha leído de ella
EliminarOtro beso para ti, Fer
Esta niña que se rebela ante tanta imposición me recuerda a mí misma.
ResponderEliminarEs un texto exquisito, quiere ser mala y está llena de ternura.
Hay tantas en el mundo.
Tienes muy buen gusto, María.
Creo Tecla, que todas tenemos algo de esta niña, o mucho, no sé, el caso es que nos sentimos interpretadas por las palabras de esta autora...
EliminarBesos desde Caracas
Gracias María por enviarme tus besos desde tan lejos.
EliminarPues está muy bien, ya basta de tantas imposiciones. Yo fui una chica buena y a la chita callando… rebelde. Estupenda entrada. Un beso
ResponderEliminarPues está muy bien, ya basta de tantas imposiciones. Yo fui una chica buena y a la chita callando… rebelde. Estupenda entrada. Un beso
ResponderEliminarSi, a la pobre la tenían frita con tanta cosa, hace muy bien...
EliminarOtro beso
Menos mal que hay niñas tan "malas" como esa. Hacen el mundo menos aburrido.
ResponderEliminarSi definitivamente las niñas malas son más divertidas que las buenas, la rebeldía es cuestionamiento e innovación..
EliminarBesos Flo
Idealizando la situación y ahora que nadie me oye ... ni me ve, creo que yo siempre quise hacer eso, en versión niño, claro. No sé, siempre me quedará con la duda de si hice bien o mal.
ResponderEliminarBromas aparte, María, has traido un magnífico textyo de una autora que desconocía y mucho más siendo paisana y, a la vez, colombiana.
Un abrazo y feliz noche.
Enrique , creo que en el fondo nunca has dejados de ser un rebelde a tu manera y en tu tiempo, me alegra que sea tu paisana.
EliminarBesos
Con tu permiso lo he reblogueado para que lo lean mis amigos: https://etarragof.wordpress.com/2016/01/14/asomadaenlaventana-una-nina-mala/
ResponderEliminarEsas niñas tan "remalas" eran la sal de la vida :))
ResponderEliminarGracias por darnos a conocer a Montserrat.
Un beso.
Son mucho mas divertidas y es verdad, que le ponen la sal a la vida...
ResponderEliminarun abrazo Laura
Esta niña no es rebelde ni mala, es malísima. Mire que decir que se quiere ser un ogro y comerse a los niños buenos.
ResponderEliminarMe pregunto si esa niña mala es por rebeldía de juventud, y finalmente, crecida, mujer buena.
Un saludo.
No sé amigo, pero creo que si de joven eres rebelde, esa es una condición que permanece durante el resto de tu vida.
EliminarUn saludo desde Caracas
Me gusta el final particularmente, la imagen del pelo de loba, la loba que sacude cola y orejas. Pienso que tal y como están las cosas, al mundo le hace falta una generación completa de niñas malas :)
ResponderEliminarBesos para tí, gracias por compartir.
Si, es una imagen bien fuerte y que habla por si sola, también me encanta.Que bueno volver a verte Taty...
EliminarMe ha encantado esta historia de la niña rebelde
ResponderEliminarUn besote
Que bien que te gustara, Esther, un fuerte abrazo y todo lo mejor para este nuevo año de 2016, amiga
EliminarSi uno lo consiguiese tan solo habrían niñas malas, buen relato.
ResponderEliminarSaludos.
Te imaginas un mundo de niñas malas únicamente?Quizás seria mucho mejor...
EliminarUn abrazo desde Caracas
Me da hasta envidia, ya que demasiado tarde me he dado cuenta de que hay que ser mala en la vida, para que todo te vaya mejor e incluso la vida te respete...
ResponderEliminarBesitos
Ay, la niñez y la juventud... Y sus encantos inmensos...
ResponderEliminarBellísima entrada, amiga
Es un texto alucinante y me has dado muchas ganas de leerme el original, que lo sepas.
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