Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.
En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad: pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas , así como sufrir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su cuarto.
En realidad no quería andar en las grandes alturas o en los espacios libres, ni mucho menos. Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Águila para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser una Mosca, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por la noche, volvía a poner las sienes en la almohada.
Sueño, ahora más, en convertirme, alguna vez, en un ser que me permitiera ese gran vuelo soñado por la mosca.
ResponderEliminarMB.
Amigo Enrique , me anoto contigo en ese pequeño, gran vuelo...
EliminarBesos desde Caracas
Precioso relato. Esa mosca tenía pensamientos de los humanos porque solo estos son tan estúpidos como para aparentar ser lo que no son.
ResponderEliminarBess
Si, María Pilar , sólo el humano es capaz de los grandes vuelos a los más insignificantes, pasando por el afán de mostrar lo que no se es...
EliminarUn abrazo, amiga
Sin ser lo que no era, se preocupaba...Y no quería ser lo que no era...
ResponderEliminarBesote guapa
Manu, parece un trabalenguas..
EliminarBesote también para ti amigo
María, qué grandes son los cuentos breves de Monterroso.
ResponderEliminarUna delicatesen siempre su lectura y un placer recalar en tu espacio,
Un abrazo grande, amiga
Es verdad, Feli, los cuentos de Monterroso son pequeñas delicias, algo que entra y se digiere con placer y después nos deja un sabor dulce que perdura...
EliminarMe encanta verte, amiga, Besos grandes
Vaya descubrimiento Maria! me ha gustado el relato, que realista! Buscaré el autor.
ResponderEliminarTe he echado de menos este verano
Un besote
Amiga Esher, yo también he extrañado tus buenos consejos, el verano nos da un respiro de lo cotidiano, más no un olvido...
EliminarBesote grande
Un curioso cuento, que se comprende muy bien. Qué mosca no desea en algún momento ser águila; lo raro es encontrar un águila con deseos de ser mosca.
ResponderEliminarUn abrazo.
No te creas, amigo, hay para todo en esta vida, sin ir más lejos, tus interesantes crónicas históricas así nos lo demuestran algunas veces...
EliminarUn abrazo, también para ti
Ser alguien diferente., muy, muy diferente. Soñar con la potencia o conformarse con la delicadeza de la pequeñez. Todo lo que se razona en estado de lucidez es notablemente importante y real. Todos los sueños, cuando se convierten en realidad siempre poseen la impronta de la inmensa diferencia, del acierto o fracaso de la realidad soñada. Esta es la vida. Este es el principio y fin de sueños fascinantes, tan fascinantes como Monterroso. Excelente.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo querida amiga María.
Antonio, creo que pasamos de la delicadeza del pequeño sueño, al sueño del megalómano, así somos, de eso estamos hechos,
EliminarUn placer verte siempre, maestro
Hay muchos que no se identifican con lo que son, y debe ser duro pasar la vida así. Y cansados de la lucha les queda queda el momento de apoyarse en la almohada.
ResponderEliminarEste Monterroso... es brevemente genial.
Besos.
Pami, me encanta esa parte final de "volvía a poner la sienes sobre la almohada", que imagen tan hermosa, genial, amiga......
EliminarBesos
No he leído nada suyo y me avergüenzo por ello. Tu reseña me hace interesarme por este escritor sublime y que con las palabras es capaz de contar tan bellos y provechosos relatos.
ResponderEliminarUn saludo
Si Carmen, es una hermosura de cuentos.
EliminarUn abrazo desde Caracas
Admito que desconozco al autor, pero estos extractos que has sabido escoger pintan un mundo literario interesante. Concuerdo con tu lúcida apreciación acerca del arte de la escritura: "(...) la belleza de lo escrito, no requiere de grandes temas transcendentales, sólo de la mirada lúcida y sensible de que ve más allá de la superficie de lo que nos rodea." No podrías haberlo dicho mejor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Fer
Sabes, Fer, que soy una admiradora de Machado, de lo sencillo. lo breve , lo claro, lo que se entiende y se disfruta, para eso se escribe, entre otras cosas, hay autores que son un deleite de principio a fin...
EliminarUn fuerte abrazo, querida
Hola María Candel!!! Interesante relato que deja una enseñanza, muchas veces cuando logramos lo que deseamos nos damos cuenta que no vale la pena y nada mejor que mostrarse tal cual somos, con defectos y virtudes. La vida es tan corta y bella como para buscar imposibles y no disfrutar lo que nos rodea.
ResponderEliminarGracias por tu visita a mi blog, te dejo un gran saludo desde Buenos Aires. (volveré pronto a visitarte y seguir leyendo tus letras)
Así somos Roberto, vivimos deseando lo que no somos, lo que no tenemos, y quizás, luego al obtenerlo, pierde el encanto y volvemos a buscar aquello que
Eliminarsentimos que nos falta.
Un abrazo
Decía Pino Aprile, que los dinosaurios desaparecieron hace millones de años, y que en cambio las hormigas permanecen.
ResponderEliminarTal vez sea mejor ser pequeño que grande.
Por más que nos gusten las alturas y la grandeza.
Es una muy buena entrada, María.
Te agradezco que me presentes al autor.
Tecla, parece que es verdad, todo lo pequeño tiene más capacidad y probabilidades de sobrevivir al tiempo y las modas, en este caso, Monterroso es una exquisitez para degustar despacio...
EliminarBesos
Bonito relato-espejo que refleja el imperecedero deseo humano de anhelar lo que no somos o no tenemos, desviándonos siempre de lo que verdaderamente importa: "ser".
ResponderEliminarGracias por compartirlo. Un abrazo.
Es cierto, es un pequeño espejo donde se refleja el ser humano, con todas sus limitaciones y anhelos...
EliminarUn abrazo también para ti.
Gracias por darme a conocer esta joya.
ResponderEliminarMe gustaría que vieras esto si?
http://elblogdemaku.blogspot.com.es/2014/09/aquellas-escuelas.html
http://elblogdemaku.blogspot.com.es/2014/09/habia.html
Besitosss
Inma, visité tus entradas y de verdad que son una gozada...
EliminarGracias por traerlas, amiga
Así es el maestro Monterroso: palabras como brevedad de mosca en imperiales vuelos sobre la vida.
ResponderEliminarGracias por traerlo. Abrazos, siempre
Gracias Amando por pasar, hacia tiempo que no te veía...
EliminarAbrazos también para ti, amigo
Que cuento más bonito, no había leído nada de Augusto Monterroso, pero me ha encantado "por las noches volvía a poner sus sienes sobre la almohada" , en realidad a muchos soñadores la almohada nos devuelve a la realidad
ResponderEliminarBesos
Si, ami también me encanta esa parte...
EliminarBesos, LLuvia